Quiero ir a casa y que nadie me pregunte por ti. No volver a escuchar tu nombre. No pensarte. Quiero esconderme en las cobijas y no buscar tu abrazo. Quiero borrarte de todo aquello en lo que resides, de todas las memorias, los anhelos, los sueños y la nostalgia. No sentir el vacío, porque no quiero que en él me faltes tú. Quiero estar completa. No te llevaste nada, pero de alguna forma yo te lo he dado todo. Ahora soy otra y en ella me tengo que construir y encontrar, ajena a ti. No puedo volver… ni ser quien fui. Cuántos sitios permanecerán ahora intactos en honor a la memoria, que todo se quede como lo viví contigo. En todos lados estás tú, tu recuerdo, qué hago yo ahora sin ti. Ya no tengo donde refugiarme porque todo aquello a lo que llamaba refugio ha quedado marcado por tu presencia. Los lugares, la música, la ropa, el gato, mi casa, mis amigos, mi familia. Tú. Todo lo que tocaste, incluyéndome, ahora está entumecido.
